Descatolización, más sin religión y protestantismo en México: Censo 2020

Se han publicado los resultados generales del censo nacional en México del año 2020. En la cuestión religiosa el reporte es de sumo interés. 


El año pasado anoté algunos posibles resultados del censo de 2020 en México respecto al tema religioso. Una primera observación fue que la religión católica registraría “una disminución de su porcentaje de fieles respecto del 83%” en 2010. “Es posible que la barrera del 80% se cimbre”, se afirmó en aquel momento. Este punto se confirmó con la información recién publicada, ya que, a pesar de que hay un número mayor de católicos en México para 2020 (+ de 97 millones), estos representan solo 77% de la población total. Se refrenda así la descatolización del país observada después de los años 70 del siglo pasado, al igual que en toda la región latinoamericana, como observamos en la siguiente gráfica: 

Otra observación fue que los Evangélicos y Protestantes podrían registrar más del 10% de población expuesto en la década pasada, como consecuencia de la diversificación y pluralización del campo religioso mexicano. Así, mientras que en 2010 había casi 11 millones de personas en este agregado, para 2020 se registraron 14,1 millones de Protestantes y Cristiano Evangélicos, es decir, 11.2% de mexicanos. Cabe aclarar que la categoría incluye tanto aquellos denominados Protestante, Pentecostal, Cristiana, Evangélica como a la religión Bíblica diferente de Evangélica. 

Por su parte, respecto al grupo sin religión, se consideró que esta categoría podría superar el 4.7% de la representación nacional de 2010. Algunas encuestas representativas para ese momento hablaban hasta de un 7% de mexicanos. El censo nacional corroboró el aumento de este agregado hasta un 10.6% de mexicanos (13,3 millones), incluyendo a los sin religión y sin adscripción religiosa, pero creyentes. Desde mi punto de vista, es correcto sumar ambos grupos en una sola categoría, y también es importante destacar que la fotografía censal registró por primera vez a otros subgrupos de esta población, entre ellos, a más de 645 mil ateos y casi 77 mil agnósticos. En el caso de los ateos, se observa que estos son apenas una pequeña porción (5.4%) del agregado total de los sin religión y solo 0.6% de la población total nacional. Es por lo tanto erróneo asegurar que los ateos en México se han incrementado en 2020 hasta millones de personas.

 

Por otro lado, en el siguiente gráfico observamos que el proceso histórico de descatolización se ha desarrollado a la par del ensanchamiento de tanto de protestantes y evangélicos como de personas sin religión. 

Finalmente, el censo también ofrece una fotografía de la pluralización hacia otros grupos religiosos. En la mayoría de los casos, se observa un crecimiento de estos colectivos, excepto en el caso de los Judíos. Por otro lado, el Islam en México, por ejemplo, se duplicó en la última década, y la religión de raíces afro aparece por primera vez en el censo, de manera individual, con más de 40 mil adherentes. 

El censo será una pauta importante para el estudio del campo religioso mexicano para los siguientes años, más allá de la crítica metodológica y sobre los alcances de los datos presentados por INEGI, es importante reconocer el esfuerzo institucional para recoger información y procesarla en un año tan convulso y dramático debido a la pandemia. En lo venidero se producirán diferentes reportes y documentos para conocer con más detalle la calidad de la información generada. 


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