Aventuras de un sociólogo inocente

El sociólogo inocente nota que hay una concentración inusual de mujeres en el cabildo municipal del pueblo indígena donde realiza su investigación. Presto y decidido, el sociólogo se dispone a mirar las “interacciones”, cuando de pronto descubre que las mujeres, con hijos en brazos, están reunidas alrededor de un par de sujetos encargados del nuevo y radiante programa federal: PROSPERA. Mezclándose entre los nativos, el ingenuo investigador escucha con cierta distancia, como ocultándose de los aplicadores bien peinados del programa social. Uno de los encargados, al parecer el “jefe” del otro –vestido de mezclilla azul y camisa blanca, con cierta entonación de “mirrey”–, se dirigía a las mujeres con autoridad espontánea, diciéndoles: –Pues estos son los beneficios de la Reforma Energética, como les iba diciendo. ¿Les quedó claro a todas? Tienen que comunicarle a las titulares. Las mujeres, acaloradas y dispuestas en una especie de parroquia improvisada, se volteaban a m...