En México hasta la suerte es sobornable

“En México no pasa nada y cuando pasa algo, tampoco pasa nada”. Reza un antiguo dicho de la política mexicana en alusión a las fechorías e impunidades que dominan el teatro de lo nacional, entre sobornos, tranzas, acuerdos secretos, desviación de recursos, despotismo, favoritismo y hasta manipulación de la suerte. La tan conocida fortuna, que hasta donde todos sabemos, depende del azar y no tiene favoritismos, en México es manipulable, y más allá de eso, sorprende que los predilectos son lideres sindicales, candidatos en promoción o gobernadores estatales. Algunos ejemplos saltan a la vista. El gobernador de Veracruz Fidel Herrera -político corrupto de la dinastía priísta- ganó en 2008 por segunda ocasión el premio de la Lotería Nacional, acumulando a su “guardadito” anterior unos 25 millones de pesos. Todo indicaría que es un tipo con suerte magnifica, a no ser que… esperen, la Lotería Nacional se ha visto envuelta en escándalos y líos políticos por favorecer a cierto partido político...