El amor verdadero

El amor, para demostrase que es verdadero, tiene que ir más allá de lo razonable: sin tener medida, ser improbable. Ansía convertirse en “delirios activos de la pasión” o, en otras palabras, “ansía enloquecer”.
Éste es el único amor válido, el que transgrede las fronteras de la cotidianidad para encontrarse con lo increíble y describirse como una historia mítica, fantástica e imprescindible.

Los sacrificios gustosos de los amorosos rayan en la locura. Incluso el suicidio se vuelve un acto de heroísmo cuando el amor se convierte en su objetivo. La sangre que se derrama por la copa del amor se convierte en una leyenda de unidad fraterna y los amorosos se sienten gustosos de beber del cáliz.

El otro amor –el cotidiano, el amor de los huevos fritos, las lavadoras descompuestas, las camas desechas y los pisos sucios– es profano. Ese amor no pasará a las letras de oro y a la fama de una novela clásica de ningún tiempo. Y sin embargo, este amor es el más extendido por la calles de lo mundano.

Comentarios

Anónimo dijo…
Muy buen articulo, me pregunto cuantas parejas se cansan por amor y cuantas no, creo que el amor verdadero tambien se ve en la forma como 2 personas se ven y como se busca el uno al otro, tambien creo que el amor verdadero no se ve todos los dias, de todas maneras que viva el amor!

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