El amor verdadero

Éste es el único amor válido, el que transgrede las fronteras de la cotidianidad para encontrarse con lo increíble y describirse como una historia mítica, fantástica e imprescindible.
Los sacrificios gustosos de los amorosos rayan en la locura. Incluso el suicidio se vuelve un acto de heroísmo cuando el amor se convierte en su objetivo. La sangre que se derrama por la copa del amor se convierte en una leyenda de unidad fraterna y los amorosos se sienten gustosos de beber del cáliz.
El otro amor –el cotidiano, el amor de los huevos fritos, las lavadoras descompuestas, las camas desechas y los pisos sucios– es profano. Ese amor no pasará a las letras de oro y a la fama de una novela clásica de ningún tiempo. Y sin embargo, este amor es el más extendido por la calles de lo mundano.
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