El proceso del amor

1. La captura: (soy raptado por una imagen) Encuentro en mi vida millones de cuerpos; de esos millones puedo desear a centenares, pero de esos centenares, no amo sino a uno, a quien adoro. Adorar quiere decir que este sujeto se ajusta repentinamente, y como en una visión, a mi deseo. De pronto entonces, brota del sujeto amado una fuerza que nada puede detener y que impregna todo lo que toca, incluso con la mirada.
Es en este momento cuando el sujeto amoroso es abordado por la angustia, a merced de tal o cual contingencia, se siente asaltado por el miedo a un peligro, la aceptación, y una vez realizada, entonces a la herida, a un abandono, a una mudanza…
2. El idilio: Lo que el amoroso ama es el amor y no el objeto. Al igual que lo que el deseoso desea es el deseo por encima del objeto. Viene entonces una serie de encuentros (citas, conversaciones, cartas, pequeños viajes) en el curso de los cuales “exploro” con embriaguez y delirio la perfección del ser amado, es decir, la adecuación inesperada de un objeto a mi deseo: es la dulzura del comienzo.
Este tiempo feliz toma figura y forma, se aleja totalmente (al menos en el recuerdo) a la secuela.
3. Las secuelas: Los resultados posteriores del delirio. El largo reguero de sufrimientos, heridas, angustias, desamparos, resentimientos, desesperaciones, penurias y trampas de la que soy presa, viviendo entonces sin cesar bajo la amenaza de una ruina que asolaría a la vez al otro, a mí mismo, y a nuestro encuentro. La posición amorosa es un delirio, por supuesto, pero el delirio no es ajeno, todo mundo habla sobre ello, lo que es enigmático es la perdida del delirio ¿Hacia donde se entra?
La miseria amorosa es indisoluble, inexorable; se debe sufrir o salirse: arreglar es imposible (el amor no es ni dialéctico ni reformista).
Bibliografía: Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes
Comentarios
Gracias por visitar mi blog :)
Saludos!
Me gusta tu blog, y me gusta también el otro.. leer esas letras sí que es un verdadero placer :) Muchísimas gracias por tu visita y tu comentario, espero que sigamos en contacto! saludos desde el otro lado del charco.
Me gusta muuucho ese libro. Buena cita. Barthes es genial!