El animo de la lucha por la democracia

¡Ya mejor lárguense a trabajar, bola de nacos y revoltosos!; palabras muy comunes entre aquellos que denigran la protesta de todos nosotros, quienes con mucha pena y dolor vemos a nuestro México una vez más subsumido por los intereses de unos cuantos, quienes son capaces de profanar el espíritu democrático con tal de no dejar de ir el poder de sus manos.

La lucha es incesante y cotidiana; en estos momentos como diría Poniatowska, a la gente ya se le prendió el corazón, sin embargo la cúpula de la derecha apuesta sólo a una razón, el desgaste del movimiento y la protesta, el desgaste que provoque la distancia de los resultados y conforme pase más el tiempo la erosión de la lucha por la democracia.

Se equivocan quienes piensan que nuestra lucha es ilegal e ilegitima; la legalidad fue la gran ultrajada en estos comicios electorales; las irregularidades manifestadas en el proceso electoral apuntan solamente a la inclinación del órgano rector de las elecciones por un partido, por su puesto el PAN. Vicente Fox nos llama renegados y a pesar de que esa palabra tiene una connotación religiosa, creo que más que detestable es aceptable que nos llamen renegados, somos renegados de la intromisión de un presidente impuesto por la elite en el poder y por la elite económica que quiere continuar haciendo de este país la gran sucursal de sus negocios.

Como todo comerciante las televisoras cooperan con su dosis de envenenamiento para desprestigiar la lucha por la libertad de elección del pueblo mexicano; su discurso es discreto en algunos casos y violento en la mayoría, pero el objetivo es siempre el desprestigio, la afrenta, la ignominia al movimiento social representado en un líder, que ciertamente sobresale por un carisma especial, pero sobresale sobre todo porque su lucha es nuestra lucha, la defensa de la democracia.