El asalto del gobierno federal

El sábado pasado, en medio de la euforia nacional futbolera y ya entrada la noche, el gobierno federal decidió - como en un acto de iluminación divina y aprovechando la falta de reacción y crítica social - que era el momento idóneo para poner fin a una etapa de “falta de liquidez” de una empresa que suministra la electricidad nacional desde el comienzo de su nacionalización en 1938. De esta manera, efectivos de la policía federal y del ejército tomaron “por las buenas”, es decir a manera de asalto, las principales oficinas e instalaciones de LyFC, para evitar cualquier acto de sublevación sindical que pudiera poner en aprietos su proyecto de pureza burócrata.
A de mencionarse que esta limpieza, tan anunciada en épocas electorales por el líder de la pandilla (en atención a sus estrategias golpistas de solución) llamado F. Calderón, es uno más de sus intentos de protagonismo en el poder que desde principios de la administración lo colocó como un personaje vacío y enclenque, pero además, estas ratificaciones representan un ataque armado a los trabajadores y en cifras específicas, 66 mil desempleados más atribuidos al falaz “presidente del empleo”, y por si fuera poco, 20 mil millones de pesos, que por supuesto señor contribuyente, serán aportados de su mano generosa.
No es necesario un gran estudio estadístico para demostrar la ineficiencia, los números rojos y los grandes lastres sindicales que alcanzan el denominativo de mafias en organismos públicos descentralizados como LyFC. Pero tampoco hace falta un Nobel en economía para notar el negocio jugoso que manifiesta el suministro de electricidad nacional a los ya apuntados particulares. Las actuaciones fascistas del presidente del des-empleo encuentran entonces múltiples beneficios para los vándalos en el poder: por un lado, deshacerse de una organización políticamente contraria como lo es el Sindicato Mexicano de Electricistas. En segundo lugar, preparar el escenario para una ganga en manos de inversionistas particulares, arrojando a los perros uno más de los patrimonios nacionales. Y finalmente, amedrentar a las fuerzas sociales, estableciendo las futuras formas de acción del gobierno: represión social y liquidación estatal (con un garrote como diálogo).
Si para los que apuestan por la rendición pacífica de los trabajadores ha llegado el momento de la liquidación, para las fuerzas sociales que manifiestan su rechazo a las malas prácticas políticas de la derecha represora y productora de miseria nacional, es momento de definiciones y asociaciones en torno a un frente común de resistencia y lucha social. La defensa de un organismo como LyFC no es la defensa de una estructura sindical por sí misma, es la revuelta por la afrenta de una confrontación directa iniciada por el gobierno de manera mañosa y alevosa. Los frentes ya se han puesto en pie, por lo pronto, López Obrador convocando a los diversos sectores (todos) afectados por el mal gobierno y la adhesión de grupos de electricistas, estudiantes y ciudadanos responsables y conscientes de la lucha que habrá de suscitarse por la dignidad y legitimación de las organizaciones sociales.

Comentarios

Minerva dijo…
Hola, y le tocará ésta acción al SNTE de su amiga ELBA ESTHER?
Pues si a esas vamos, es un sindicato que es un lastre.

Y al SNTE?
Habría que combatir la corrupción no a los sindicaros.

Creo está errando sus acciones, asi no se combate la crisis.
y ¿la justicia Social? creo que ni le interesa éste punto.

Un saludo.
Carlos Fausto dijo…
Seguro que a E.E. Gordillo no la tocará el presidente del des-empleo para nada, es cuestión de complicidades políticas. Este país tan lleno de mafias.
Klam dijo…
En este punto, mi querido amigo, sale el espíritu pequeñoburgués y reaccionario que hay en mí (aunque en realidad es misantropia disfrazada). Tú sabes (bien que sabes) que hay muchas cosas que detesto de Calderón y de las malas decisiones que constantemente toma y hace (que es peor), sólo por esta vez estuve de acuerdo con él. LyFC no era mala en su servicio, era lo siguiente. Que la forma fue bastante desconsiderada, claro, pero si no lo hace así seguro que no lo hace.
Como usuaria tengo la experiencia de las dos compañías y todos los sinsabores, problemas y líos en que me ha medito LyFC están tan pero tan lejos en la CFE, de verdad, el servicio es excelente y eso es mucho decir en un país como este.
Que si los tipos se quedan sin trabajo, que si la soberanía, que si la justicia, la verdad no me importa, mientras no altere mi muy tranquila y agradable vida clasemediera (por eso me puse fúrica con los impuestos, esos SÍ me afectan directamente).
Puedes crucificarme, ya estoy acostumbrada, al final estoy convencida que la única forma de acabar con la pobreza es matando a los pobres, jajajaja. Sí, soy taaan odiosa.
Minerva dijo…
También si esas vamos al SUTERM, también tiene sus elementos que son un lastre.
En fin solo tocará lo que le conviene.
Pero,¿ se quedarán las cosas así?

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