Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí

Para tratar de comprender lo que ha sucedido en el país. Recordando un poco, para finales de la década pasada, uno de los principales motivos de la organización social era la destitución del único partido en el poder por más de setenta años, el PRI. En 1994 fue bien sabido el fraude que llevó al poder a Carlos Salinas de Gortari, lo cual frenó de cierta manera la escalada del partido en las elecciones presidenciales de 2000 y 2006.
Los personajes priístas del poder resultan herederos de una escuela política del fraude y la maña. Cacicazgos políticos, ventas de comicios y compra de electores son sólo algunas de las técnicas del priísmo, pero además, protagonistas gobernadores, presidentes y legisladores de la impunidad, represores y con fuertes tendencias de autoritarismo.
Por difícil que parezca el guión, este mismo partido de historias macabras probadas (matanza de estudiantes en el 68, crisis económicas, fraudes electorales, represiones sociales, fraudes banqueros, etc.) regresa al poder con una mayoría considerable. Una vez terminado el circo mediático electoral, los beneficiados inmediatos de la desesperanza de algunos y la falta de memoria histórica de los muchos, es el Partido de la Revolución Institucional.
El retorno triunfal del dictador sólo puede ser explicado por una serie de eventos desafortunados. En primer lugar, porque este partido tiene aún una estructura de clientelismos políticos que sustentaron y promovieron su regreso al poder. En segundo lugar, puede ser que el simulacro de renovación política y las redes ciudadanas fortalecieron la estructura del partido, vendiendo a los inermes ciudadanos la idea de que, esta vez sí se hará todo con transparencia. La tercera, no existe un mínimo de conciencia crítica entre la población, o al menos, una conciencia histórica de lo que este partido político ha provocado en el país. Cualquiera de las opciones resulta ser funesta y decepcionante, para una sociedad que anhelaba el cambio hace apenas un par de décadas atrás.
Resultados totales, el PRI a la cabeza, seguido del PAN con enormes perdidas calderonicas, el PRD con más pena que triunfo y los partidos pequeños sobreviviendo, a excepción del Partido Social Demócrata, el cual, a pesar de poner artistillas de la farándula nacional, no pudieron extender el tiempo de cobros electorales. De lo que se dice del voto nulo: 5.8% a nivel nacional y más del 10% en el D.F. ¿Una victoria de los inconformes? Por lo pronto, el incremento de nulicos es suficiente para crear una fuerza política nueva, es decir, darle vida a un nuevo partido, solo es cuestión de organización social.
Y cuando despertemos, resulta que el dinosaurio continua allí. El dinosaurio como metáfora de una idea anquilosada, tal como el priísmo en el país.
Los personajes priístas del poder resultan herederos de una escuela política del fraude y la maña. Cacicazgos políticos, ventas de comicios y compra de electores son sólo algunas de las técnicas del priísmo, pero además, protagonistas gobernadores, presidentes y legisladores de la impunidad, represores y con fuertes tendencias de autoritarismo.
Por difícil que parezca el guión, este mismo partido de historias macabras probadas (matanza de estudiantes en el 68, crisis económicas, fraudes electorales, represiones sociales, fraudes banqueros, etc.) regresa al poder con una mayoría considerable. Una vez terminado el circo mediático electoral, los beneficiados inmediatos de la desesperanza de algunos y la falta de memoria histórica de los muchos, es el Partido de la Revolución Institucional.
El retorno triunfal del dictador sólo puede ser explicado por una serie de eventos desafortunados. En primer lugar, porque este partido tiene aún una estructura de clientelismos políticos que sustentaron y promovieron su regreso al poder. En segundo lugar, puede ser que el simulacro de renovación política y las redes ciudadanas fortalecieron la estructura del partido, vendiendo a los inermes ciudadanos la idea de que, esta vez sí se hará todo con transparencia. La tercera, no existe un mínimo de conciencia crítica entre la población, o al menos, una conciencia histórica de lo que este partido político ha provocado en el país. Cualquiera de las opciones resulta ser funesta y decepcionante, para una sociedad que anhelaba el cambio hace apenas un par de décadas atrás.
Resultados totales, el PRI a la cabeza, seguido del PAN con enormes perdidas calderonicas, el PRD con más pena que triunfo y los partidos pequeños sobreviviendo, a excepción del Partido Social Demócrata, el cual, a pesar de poner artistillas de la farándula nacional, no pudieron extender el tiempo de cobros electorales. De lo que se dice del voto nulo: 5.8% a nivel nacional y más del 10% en el D.F. ¿Una victoria de los inconformes? Por lo pronto, el incremento de nulicos es suficiente para crear una fuerza política nueva, es decir, darle vida a un nuevo partido, solo es cuestión de organización social.
Y cuando despertemos, resulta que el dinosaurio continua allí. El dinosaurio como metáfora de una idea anquilosada, tal como el priísmo en el país.
Comentarios
Ya podrá estar tranquilo Jesusito pues realizó bien su encomienda. Un triste saludo.
1. Hartazgo social. Esto implica que la sociedad está cansada de las malos partidos, funcionarios, representantes, etc. Hace diez años se celebró el "cambio" como si fuera la panacea, hoy se han dado cuenta que no importan las siglas, son la misma porquería.
2. Amnesia selectiva. Como bien comentas es un pueblo desmemoriado, al parecer tienen problemas para recordar más allá de nueve años.
3. Experiencia en movilización de estructura. Nos guste o no, la larga vida del PRI le ha dado una experiencia suprema en el asunto de la movilización de estructuras. Cuando la sociedad no vota o anula, las probabilidades del PRI aumentan porque tienen el voto duro que los sostiene.
4. La incapacidad del resto de los partidos. La fractura del PRD, la ineficiencia del PAN... Temo decirlo, pero cuando ellos ganan, no es que ganen, es que pierde el PRI.
5. El principio "la gente es gente". Indignados, críticos, molestos como tú, pocos. Por eso este país se va a la mierda y todos asienten y sonríen. Es parte del show.
La historia se repite y se repite (El mundo patas arriba).
¿No se cansan de criticar esta sociedad? Es como hablar y que nadie te escuche, y para peor te dicen "amargado". Yo muchas veces pienso en que "pensar" no me ayuda para vivir tranquilo, pero, luego, pienso que así soy feliz.
Saludos.
Bayo