Barack Obama: un triunfo sobre el racismo


Hace unos días se ha llevado a cabo toda la parafernalia para sustituir al dirigente del imperio, la nación que posee la hegemonía mundial, Estados Unidos es encabezado por primera vez por un dirigente no blanco, en medio de un jubilo generalizado que ha alcanzado eco incluso en lugares tan lejanos como Kenia, debido a las raíces del nuevo presidente estadounidense. La alegría pronto terminará sumida en la incertidumbre del panorama de las crisis mundiales: crisis alimentaria, crisis económica y crisis ambiental. Y en medio de esta segura resaca, lo más rescatable y evidente de esta toma de protesta es el triunfo sobre el racismo que implica el ascenso de Obama.

El racismo que observamos a diario, no sólo en acciones directas, sino en el lenguaje propio, funciona como mecanismo para establecer el ejercicio del poder, la dominación sobre el que se considera débil e inferior. Con este pretexto durante muchos años se justificó la dominación de la raza blanca sobre la raza negra, al grado de la esclavitud y el exterminio. Y aún en la actualidad, las formas de discriminación están presentes en el discurso de las familias, el estado y la religión. Es por eso que la presidencia de un afroamericano en el país que ejerce mayor influencia en el mundo, significa un triunfo sobre el racismo, una conquista histórica y simbólicamente importante para las distintas sociedades. Un mensaje de que la cultura humana ha dado un paso más hacia la verdadera convivencia multicultural. Ahora, a esperar que este mensaje no sea olvidado, sino preservado y extendido.

Comentarios

recuerdo esto como si fuera que fue ayer..

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