La muerte también distingue

Al parecer esta idea romántica de la igualdad de los hombres, conquistada durante el siglo XVIII en Francia y exportada a los demás países del mundo, es una mera falacia de las pretensiones de las elites en el poder, para mantener a raya a la masa por debajo de las expectativas de su poder.
La muerte es un claro ejemplo de distinción social. Cuando muere una persona "distinguida" se provoca un gran alboroto protocolar y ritual de las elites que contagia a las mayorías nacionales. Sin embargo, cuando mueren miles de personas en el mundo el rastro de su penitencia queda registrado sólo como un mero dato.
5 millones de niños mueren en el mundo cada año de hambre. Sus nombres son desconocidos, su color de piel, su situación social y el dolor que embargó a sus familiares, los cuales quizás corran la misma suerte que ellos. Por otro lado, el 5 de abril de 2005 para nadie pasó desapercibida la muerte del líder católico Juan Pablo II, sus exequias cumplieron con todos los rituales religiosos y la cobertura mundial contagio al mundo de un dolor entrañable por un hombre con una categoría elitista, por encima de las masas.
En México, la muerte de un semidesconocido Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño provoca la convocatoria de líderes políticos, económicos y religiosos. Felipe Calderón no perdió oportunidad de legitimar su gobierno espurio mediante la beatificación de su compañero político.  Todos lloraron y se abrazaron por televisión lamentando la perdida de este "valiente mexicano". Hay de aquél que levante calumnias contra un muerto de por si embarrado por la sospecha de sus negocios ilicitos. 
Pero por otro lado, y con una marcada distancia. Nadie de la cúpula nacional lamenta que en esos mismos días un niño de 5 años fue asesinado por una banda de secuestradores, de la manera más inhumana posible. Inyectando acido en su cuerpo. No se izaron las banderas ni se canto el himno nacional en su nombre, el presidente no acudió a dar el pésame a su familia y nadie lloro por tv su partida. La muerte por lo tanto, también sabe de clases sociales.

Comentarios

Viridiana* dijo…
nunca lo habia visto de esa manera, pero mas que la muerte, creo que son las personas que distinguen siempre lo han hecho, y aunque estemos en un "nuevo siglo" sonde todo es "igualdad" siempre lo haran


saludos!

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