Diógenes el cinico

Filosofo griego de la escuela cínica, fue el mejor alumno de Antístenes y él que mejor llevó a la prácticas las enseñanzas de una vida ascética y sencilla. Se dice que vivió en un tonel cerca de los edificios públicos de Grecia y que realizaba todas sus acciones en público, comer, conversar, e incluso masturbarse, causando gran conmoción entre la gente a la cual decía: Ojala pudiera saciar mi hambre frotándome el estomago como sacio mi deseo sexual frotándome el sexo.
Su filosofía fue su vida, cada una de sus anécdotas, las cuales conocemos gracias a los relatos de Diógenes Laercio, son invitaciones a reflexionar la enconada estupidez humana y las grandes farsas que construimos como la política, la religión y el amor.
Algunas de sus anécdotas fueron:
Cierto día mirando a un niño bebiendo agua entre sus manos, arrojó con fuerza su cuenco con el que bebía diciendo: este niño me ha superado en sencillez.
Despreciaba la religión y la superstición y alguna vez mirando a una mujer inclinada frente a una estatua de un dios le dijo: mujer tu dios que está en todas partes te esta mirando por la parte trasera, lo cual no es muy digno de tu parte.
Una ocasión mientras discurría sobre un asunto serio y nadie se acercaba a escucharlo, grito mientras hacia locuras ante lo cual la gente se junto a su alrededor. Diógenes les reprocho entonces, porque les interesaba más las estupideces que las discusiones realmente importantes.
Se dice que incluso Alejandro Magno se acerco a su aposento improvisado y le dijo: pídeme lo que necesitas que yo soy el Magno, ante lo cual Diógenes contesto: aste a un lado que me tapas el sol.
Su filosofía fue su vida, cada una de sus anécdotas, las cuales conocemos gracias a los relatos de Diógenes Laercio, son invitaciones a reflexionar la enconada estupidez humana y las grandes farsas que construimos como la política, la religión y el amor.
Algunas de sus anécdotas fueron:
Cierto día mirando a un niño bebiendo agua entre sus manos, arrojó con fuerza su cuenco con el que bebía diciendo: este niño me ha superado en sencillez.
Despreciaba la religión y la superstición y alguna vez mirando a una mujer inclinada frente a una estatua de un dios le dijo: mujer tu dios que está en todas partes te esta mirando por la parte trasera, lo cual no es muy digno de tu parte.
Una ocasión mientras discurría sobre un asunto serio y nadie se acercaba a escucharlo, grito mientras hacia locuras ante lo cual la gente se junto a su alrededor. Diógenes les reprocho entonces, porque les interesaba más las estupideces que las discusiones realmente importantes.
Se dice que incluso Alejandro Magno se acerco a su aposento improvisado y le dijo: pídeme lo que necesitas que yo soy el Magno, ante lo cual Diógenes contesto: aste a un lado que me tapas el sol.
Comentarios
saludos!!!
¡Besos!
Mariana.
Algo muy digno.
Cierta rebeldía en los hombres, cierta ansia de libertad no tiene epoca sino que es inherente al ser humano, en todo momento hay alguien lleno de vitalidad y de firmeza pra llevar a cabo sus ideas y gritarlas.