El orden es una de las miles posibilidades del azar, en otras palabras, aquello que nosotros denominamos como orden, como la numeración continua de los dígitos (0,1,2,3,4,5,6,7,8,9) es solo una posibilidad entre millones para colocar estos números, aunque nuestra concepción lógica nos ha enseñado que ésta es una "ordenación correcta". El orden aritmético se traslada también al mundo, de tal manera que el orden del mundo es un conjunto de jerarquizaciones y posiciones de las cosas entre un millón de posibilidades diferentes. Sin embargo le atribuimos al orden la posibilidad de eficiencia para aplicar cierto trabajo, por eso nuestras madres siempre están preocupadas porque mantengamos cierto orden en nuestras recamaras y que pongamos más cuidado al orden lógico-correcto que le demos a nuestra vida. Si reconocemos que el orden sólo es una posibilidad entre millones, entonces podemos aceptar que cualquier rumbo que tome nuestra vida o la fijación de objetos a nuestro alrededor es...