¿Cuál es la participación de los grupos indígenas en la Internet? Hace tiempo escribí sobre una noticia relacionada con los grupos indígenas y los problemas que enfrentan en los nuevos retos de la globalización y la interacción mundial a través de la Red de redes; el caso especifico sobre el que me base fue el de los Mapuches en contra de los controles monopólicos de Microsoft y de las políticas indigenistas ahora comprendidas en el ámbito de las expectativas gubernamentales para integrar a los indígenas al paradigma de la sociedad de la información.
El Internet es una representación multimedia de los contenidos, especificidades, motivaciones y necesidades, no sólo de Estados Unidos que es el mayor productor de contenidos en la Red, sino también de todos aquellos países del mundo en donde existe una computadora y una conexión a Internet; y dentro de estos países también están los cibernautas, quienes aprovechan de una u otra manera las potencialidades que las nuevas tecnologías de información y comunicación les pueden suministrar.
Si bien es cierto que los cibernautas constituyen una nueva elite mundial que determina el umbral entre los nuevos excluidos por la brecha digital y los beneficiarios de las nuevas tecnologías, también podemos observar casos específicos de minorías como los indígenas que aprovechan las posibilidades de la red, de tal manera que explotan sus potencialidades para difundir su cultura, informar al mundo sobre los acontecimientos de su entorno y elaborar planes de acción para su solidificar su organización o establecer una resistencia.
Es aquí donde la Doctora Carmen Gómez Mont establece su postura sobre Internet e indígenas, binomio que se ve caracterizado por la cosmogonía de los pueblos indios, circular y muy diferente a la occidental, en donde se observan diferentes proyectos específicos en la Internet pero bajo una lógica de comunicación a través de las redes de conocimiento, algo en lo absoluto nada novedosos para los indios que ya tenían desde antes de la colonia redes de conocimiento oral muy fortalecidas.
Este es un extracto de la ponencia de la Dra.Mont en la Universidad Autónoma del Estado de México, en la cual plantea los postulados de su tema de disertación.
Existen dos posiciones respecto del arte. La primera de ellas probablemente tiene como fuente el propio gremio de los artistas, ya que dicta esencialmente que el arte es una actividad sublime del espíritu humano. Esta determinación hace referencia a un motor interno de la creación individual, un manantial de producción de la estética, de lo bello y de lo sublime que incide directamente en la percepción del público. Desde esta perspectiva, los artistas nacen, no se hacen. La sensibilidad para inventar arte, así como para consumirla, es una virtud que sólo los seres humanos poseen - ab initio - y al igual que los sueños, no tiene límites. La segunda actitud es más bien escéptica y establece que la actividad creadora es un campo de la actividad humana mercadeada por clases, encumbrada desde la lógica burguesa y retenida por un grupo selecto de quienes se llaman a sí mismos “artistas”: pintores, escultores, grabadores, músicos, escritores y demás personajes. El arte se aprende y se transmi
Si es que existe un dios manifiesto que no admite dudas sobre su ontología, ya Marx lo ha revelado claramente hace un par de siglos. Se llama Capital y ante él concurren, con fervor y sin excepción, todos los habitantes del planeta -ejército de creyentes que alumbrados en el siglo de la globalización, profesan la sagrada palabra del monetarismo con o contra su voluntad. Las religiones se incrustan con la ritualística adecuada en la consciencia de la sociedad, a través del mito, primero, y del rito posteriormente. El dios dinero cuenta con uno o más templos a la vista para abrazar su fervor, se llaman también bancos y conforman las arterias de la dogmática actividad religiosa del Capital. La circulación y acumulación sacra que da vida al misticismo de las monedas y los billetes. Los pastores del oro se llaman también economistas, secretarios de Hacienda, gerentes y presidentes del Fondo Monetario Internacional y del Consenso de Washington. Sus cónc
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